No cabe absolutamente ninguna duda de que el proyecto de creación de la Superliga de clubes poderosos de Europa implica consecuencias muy serias para los clubes involucrados y una afectación muy fuerte y particular para todos los otros clubes que no podrían nunca aspirar a ser parte de ella.
«Doce de los clubes de fútbol más importantes de Europa anuncian hoy que han llegado a un acuerdo para formar una nueva competición, la Superliga, gobernada por sus Clubes Fundadores. El AC Milan, el Arsenal FC, el Atlético de Madrid, el Chelsea FC, el FC Barcelona, el FC Internazionale Milano, la Juventus FC, el Liverpool FC, el Manchester City, el Manchester United, el Real Madrid CF y el Tottenham Hotspur se han unido como Clubes Fundadores. Se invitará a otros tres clubes para que puedan unirse antes de la temporada inaugural que empezará lo antes posible» Parte del comunicado del Real Madrid.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid expresó. “Vamos a ayudar al fútbol en todos los niveles, para llevarle a ocupar el lugar que merece. El fútbol es el único deporte global. Nuestra responsabilidad como grandes clubes es satisfacer las expectativas de los aficionados»
¿Se le puede creer al presidente del Real Madrid y a los otros dueños de las instituciones involucradas que su máximo interés es el fútbol como deporte?
A todas luces la respuesta a la anterior pregunta es categórica y muy clara: “Por supuesto que no.”
Florentino y sus secuaces no podrían enarbolar jamás la bandera de la equidad y el supremo interés de las expectativas de los aficionados. Veamos: ¿De cuáles aficionados? ¿Serán los aficionados del Estrella Roja de Bucarest campeón en 1985?, ¿es posible que se refiera a los aficionados del Porto campeón en 1986 y 2003?, o talvez a la afición de la máquina de jugar fútbol que era el campeón de 1994 Ajax de Holanda?, otra opción sería que se refiera al aficionado del Borussia Dortmund campeón en 1996? De nuevo la respuesta a todas esas preguntas es: “Por supuesto que no.”
El mismo comunicado del Real Madrid confirma la verdadera y única razón de la conformación de esta liga elite de equipos europeos y tiene muy poco que ver con los aficionados inclusive de los propios clubes involucrados. «Como contrapartida por su compromiso, los clubes fundadores recibirán un pago en una vez del orden de 3.500 millones de euros (4.190 millones de dólares).”
Queda claro entonces para equipos como la Real Sociedad, Valencia (finalista dos años consecutivos 1999-2000) y Sevilla de España; Napoli, AS Roma, y Sampdoria (finalista en 1991) de Italia; Paris Saint Germain (actual semifinalista), Olympique de Marsella (campeón de Champions en 1992 y Saint Étienne (finalista en 1975) de Francia, para citar solamente algunos muy importantes clubes con enormes aficiones, que sus posibilidades de disputar la Superliga desaparecerían prácticamente sobre todo si toman en cuenta que la actual redistribución de ingresos por televisión que se hace entre la Champions y las ligas nacionales ya no existirían. Es una muy simple definición matemática, con menos recursos económicos menos serían las posibilidades para estos y muchos otros clubes de disputar la Liga de los ricos
Vale la pena entonces parafrasear lo que escribiera el Times de Londres cuando el Real Madrid ganó su quinta Copa de Campeones consecutiva en 1960 pero le haremos un cambio de nombre muy importante.
«El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso.» The Times. 19 de mayo de 1960. Londres.
«Florentino Pérez y sus compinches se pasean por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso.» Fútbol en la Piel. 21 de abril 2021. Nashville, Tennessee.
Este tipo de comportamientos egoístas y ego céntricos de algunos poderosos están sin duda como el nombre de nuestra columna: «Más allá del juego.»